Apple sale al paso de las acusaciones negando el uso indebido de datos personales y reconociendo de forma indirecta que su sistema operativo tiene "backdoors" o puertas traseras que permiten acceder a la información de los dispostivos, aunque nunca se han utilizado para espiar a los usuarios o extraer datos personales.
Según las compañía, estas vulnerabilidades o puertas de acceso descubiertas recientemente por el experto en seguridad informática Jonathan Zdziarski, son en realidad "características" estándar de diagnóstico que permiten a los administradores controlar algunos aspectos técnicos de los dispositivos iPhone. La compañía asegura además, no haber colaborado nunca con ningún gobierno o agencia de seguridad, cediendo datos personales o privados de los usuarios. La respuesta de Apple puede leerse en este tweet publicado por el reportero de Financial Times, Tim Bradshaw:
Apple statement denies working with "any government agency ... to create a backdoor in any of our products" pic.twitter.com/5psXWtOXW2
— Tim Bradshaw (@tim) julio 21, 2014
Zdziarski afirmaba hace unos días que estas puertas de acceso permitirían a los ingenieros de Apple e incluso a los servicios de inteligencia de algunos gobiernos extraer información y datos personales desde lugares remotos, violando flagrantemente la privacidad y seguridad de los usuarios.
"Tu dispositivo está casi siempre en riesgo de mostrar toda la información ya que está casi siempre autenticado, incluso cuando está bloqueado", explicó Zdiarski.
Era la confirmación de la sospecha de que posiblemente todos los sistemas operativos propietarios podrían albergar puertas traseras desconocidas por los usuarios, por las que las empresas y servicios de inteligencia podrían obtener valiosos datos para comerciar con los anunciantes o espiar a los ciudadanos.
Una vez más en poco tiempo, la tozuda realidad nos muestra que las supuestamente libres sociedades occidentales podrían no estar tan lejos de los métodos de control y manipulación social perpetrados por regímenes autoritarios. Zdiarski reconoce en cualquier caso no tener pruebas de que la NSA haya utilizado estos canales para espiar a los usuarios de iPhone.
Apple ha explicado que estos servicios son simplemente herramientas de «diagnóstico» para permitir que los departamentos de IT puedan gestionar aspectos técnicos de los iPhones.
Sin embargo Zdiarski explica en su blog que esto no es cierto ya que las puertas traseras comprometen más información de la que posee el propio usuario.
El usuario no da en ningún caso su permiso para sincronizar el iPhone con ningún equipo externo por lo que puede considerarse una violación de la privacidad injustificable.
La característica más preocupante según Zdiarski es la posibilidad de copiar todos los metadatos almacenados en un iPhone, recogiendo datos de localización GPS, calendario y agenda de contactos, fotos y mensajes recibidos o enviados. Se trata de "datos que sólo deberían salir del dispositivo con el consentimiento previo del usuario".
Puede consultarse el informe completo presentado por Zdiarski siguiendo este enlace.