Actualmente hemos conocido que fue la gran multinacional quién en 2011 compró la empresa de tecnología WIMM, la cual había sacado ya al mercado el reloj inteligente WIMM One antes de que se produjera su traspaso. El smartwatch se podía conectar a dispositivos Android, iPhone o BlackBerry e incluía conexión Wi-Fi, Bluetooth y un acelerómetro.
Google además solicitó el año pasado la patente de un reloj inteligente con superficies táctiles en ambos laterales. Estos movimientos empresariales indican que muy pronto la compañía sacará al mercado sus propios smartwatches partiendo de los desarrollos tecnológicos que WIMM había alcanzado, aunque en este caso seguro que los únicos dispositivos a los que se podrá conectar serán los que posean el sistema operativo Android.
El deseo de Google por ocupar este nicho de mercado no es algo nuevo, de hecho la multinacional ya dispone de un reloj inteligente que adquirió cuando compró Motorola, la compañía que lo había desarrollado. Nos referimos al Moto Actv, un reloj orientado a las actividades deportivas.
Por lo tanto conocer el nuevo smartwatch de Google es sólo cuestión de tiempo.