Pieza de museo desfasada para unos y objeto de culto para otros, la cinta de casete vuelve a venderse como soporte musical, desafiando por completo las previsiones de cuantos hace tiempo la dieron por muerta.

Nada menos que 129.000 copias fueron vendidas en Estados Unidos durante 2016, lo cual supone un aumemto del 74% respecto a las cifras de ventas en 2015.

Se trata de un fenómeno similar al ocurrido en los últimos años con el vinilo -13 millones de copias vendidas en EEUU durante 2016- que ha revitalizado la industria de la música por sus características especiales –callidez del sonido analógico, no copiable al mismo formato- que lo han convertidos en un valioso objeto de culto por el que el consumidor está dispuesto a pagar lo que no paga por los soportes digitales.

A pesar de sus limitaciones técnicas –menor dinámica, menor relación señal ruido que un CD- los amantes de la música más nostálgico vuelven a apostar por un soporte popular en los 80s.

Aunque la vieja tecnología del soporte magnético sigue siendo la misma lo que si ha cambiado lógicamente es la forma de venderse. Según informó Billboard, el 43% de las ventas se realizaron a través de Internet y estuvieron impulsadas por algunos álbumes comerciales como las versiones especiales en cinta de casete de Justin Bieber y The Weeknd, aunque solo vendieron se 1.000 unidades cada uno (seguramente coleccionistas), y versiones reeditadas de discos de Eminem y Prince, que vendieron entre 3.000 y 2.000 copias, respectivamente.

La banda sonora de" Los Guardianes de la Galaxia" fue otra de las más vendidas –algo coherente por el argumento de la película- llegando a las 4000 unidades.

Resulta significativo que la cinta de casete sigue siendo un soporte muy usado en los centros penitenciarios donde aún abundan este tipo de obsoletos reproductores.

Son muchos los que aún guardan en el trastero decenas e incluso cientos de cintas con música de hace más de treinta años que aún se conserva en buenas condiciones.

Quizá esta nueva moda haga a muchos frikis del audio analógico desempolvar sus viejas pletinas y volver a escuchar en soporte magnético, sus canciones favoritas.