A principios de semana conocíamos que la conocida tenista Maria Sharapova había dado positivo en las pruebas antidopaje. Ella misma fue la que en una rueda de prensa explicó a los medios lo acontecido. Según la tenista rusa el resultado de la prueba ha derivado del consumo de Meldonium, un medicamento que toma desde hace 10 años por prescripción médica y que desde el 1 de enero de este año ha comenzado a formar parte de la lista de las sustancias prohibidas.
Más allá de que esta situación pueda suponer el final de la carrera deportiva de la tenista, Sharapova ha recibido otro duro golpe, económico en este caso, de los anunciantes que hasta ahora la patrocinaban.
Quién fue una de las tenistas más mediáticas de la última década, ahora es repudiada por las marcas que la apoyaron. La pérdida de reputación y el nuevo significado que ha cobrado su imagen hace que muchas marcas no quieran ver su nombre asociado a los valores que comunica su dopaje.
Nike ha sido la primera marca en rescindir el contrato publicitario que mantenía con la deportista. Un acuerdo que la reportaba hasta 70 millones de dólares. Quizás esta ruptura es la más significativa pues la firma era su patrocinadora desde que ella tenía 11 años.
TAG Hauer y Porsche han sido las siguientes marcas que han roto lazos publicitarios. La compañía de relojes ha parado las negociaciones de la renovación de su contrato mientras que Porsche ha suspendido directamente el patrocinio hasta que puedan saber más detalles de lo ocurrido.
Sharapova todavía mantiene contratos con otras marcas como Head, Cole Haan, Evian, American Express, Avon y Supoergoop, las cuales todavía no se han pronunciado, aunque es fácil no descartar que puedan seguir el camino de las anteriores.
Estas relaciones contractuales han hecho que la tenista goce de un altísimo nivel económico, más allá de las ganancias que le suponga su juego, por lo que su estilo de vida podría verse muy afectado tanto profesional como económicamente.