Los consumidores siguen sin confiar en el pago móvil para realizar sus compras. A pesar de su relativa juventud, la evolución de estos nuevos sistemas de pago como Apple Pay empiezan a evidenciar cierta debilidad para afianzarse entre los consumidores, lo que ha hecho saltar las primeras alarmas de los proveedores de este tipo de servicios.

La seguridad y la privacidad son las principales barreras para los servicios de pago móvil, según refleja un estudio realizado en USA por la firma Walker Sands Communications.

La lentitud en la adopción de este tipo de sistemas por parte de los vendedores tampoco está ayudando demasiado al respecto.

La seguridad es la principal barrera para el 57% de los encuestados. A pesar de los altos niveles de protección que ofrece la tecnología NFC y los sistemas de encriptación de datos, los consumidores no terminan de confiar.

La privacidad otro motivo para no pagar con el móvil, según contestó un 48% de los encuestados. ¿Se trata de un miedo infundado o se basa en algo real?

 Parece que el consumidor percibe el móvil como una puerta demasiado abierta al exterior, los hackers y el cibercrimen, algo que contrasta con las medidas que anuncian compañías como Apple. Veamos lo que promete Apple Pay:

"Cuando añades una tarjeta de crédito o débito a Apple Pay, la información que especificas en el dispositivo escribiendo o usando la cámara iSight se encripta y envía a los servidores de Apple. Si utilizas la cámara para introducir la información de la tarjeta, esta información no se guarda nunca en el dispositivo ni se almacena en la fototeca. Apple desencripta los datos, determina la red de pago de la tarjeta y vuelve a encriptar los datos con una clave que solo puede descifrar tu red de pago. A continuación, envía a tu banco los datos encriptados, junto con otra información acerca de la actividad de tu cuenta de iTunes y el dispositivo (como el nombre de este, su ubicación actual o si tienes un largo historial de transacciones en iTunes). Con esta información, tu banco determinará si debe autorizar el uso de la tarjeta con Apple Pay."

Quizá los con numerosos escándalos de robo de datos y hackeos a móviles de famosos, cuentas en redes sociales y la guerra electrónica que se libra entre los gobiernos de distintas naciones han terminado por minar la confianza en los sistemas de protección informática por muy avanzados que sean.

Para un 26% de los encuestados el problema radica en que son pocos los comercios que tienen habilitados este tipo de servicios. Quizá la escasa demanda de un consumidor que sigue encontrando cómodo utilizar su tarjeta de crédito para realizar las compras.

A pesar de la enorme penetración de las nuevas tecnologías parece que los consumidores siguen anclados en algunas costumbres a la hora de realizar sus compras. Según el estudio el 86% sigue prefiriendo pagar en efectivo los vendedores a pie de calle frente a un exiguo 0,7% que está dispuesto a utilizar un sistema de pago móvil.

Algo similar ocurre a la hora de pagar en un taxi o en bares y restaurantes donde solo pagarían con el móvil el 0,8 y el 0,6% respectivamente.

Parece por tanto que aún es pronto para evaluar el futuro de unos sistemas que tienen que demostrar al consumidor no solo que cumplen con toda la protección adecuada sino que satisfacen una necesidad real para mejorar el proceso de compra.

Las compañías como Apple tendrán que esforzarse en mostrar esta diferencia o ventaja comparativa si no quieren que sus nuevas tecnologías fracasen o sean de uso marginal.

Fuente y gráficas: eMarketer