Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, ha determinado que el organismo de Autocontrol (Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial), no tiene la eficacia necesaria para velar correctamente por los derechos de los consumidores.
Autocontrol está formado por agencias de publicidad, anunciantes y medios y es el encargado de garantizar que la publicidad no vulnere las leyes ni los códigos de conducta en beneficio del consumidor. El estudio se realizó con el fin de identificar sus fortalezas y debilidades en términos de independencia, eficacia, financiación y cobertura. Los investigadores Clara Muela y Salvador Perelló lo han comparado con su homólogo británico, considerado una referencia internacional, además tuvieron en cuenta criterios que la UE considera vitales en un modelo de autorregulación publicitaria efectivo.
El estudio demuestra que Autocontrol tiene grandes deficiencias y ello "impide la defensa objetiva y eficaz de los derechos de los consumidores ante cualquier forma de publicidad ilícita" asegura a Sinc Clara Muela. Concretamente los investigadores han destacado dos puntos débiles principales, la eficacia y la independencia.
Autocontrol no es eficaz
En la investigación se ha detectado que Autocontrol carece de un sistema para controlar la publicidad que viole los códigos de conducta y la legislación vigente. Además no supervisa si los anunciantes cumplen las sanciones interpuestas en las resoluciones. En España a diferencia del Reino Unido no se monitoriza la comunicación comercial, algo que debería ser propio del sistema de autorregulación. Su función sería supervisar la publicidad en los medios y actuar de oficio si existieran anuncios ilícitos.
La ineficacia también se observa, según los investigadores, en el servicio Copy Advice (consulta previa) que Autocontrol ofrece a los anunciantes para asesorarles sobre la licitud de sus campañas antes de su difusión. Si el informe es favorable (copia positiva) se supone que la publicidad no atenta contra la ley ni contra los códigos de conducta. "Sin embargo, su eficiencia está aún por demostrar, ya que algunos de los casos que fueron juzgados y sancionados habían recibido un aviso de copia positiva", explica la investigadora.
Autocontrol necesita mayor Independencia
El estudio recomienda personalizar la redacción de los códigos de la publicidad en función de los consumidores y diferentes organizaciones sociales que se ven afectadas por esta publicidad y no sólo guiarse por la similitud de los códigos de otros países con los mismos sistemas de autorregulación.
Por otro lado cabe destacar que la Junta directiva de Autocontrol se elige entre anunciantes, asociaciones, agencias y medios que prestan servicios a la comunicación comercial. Los investigadores apuntan que si se estableciera un sistema de elecciones más democrático, se conseguiría mayor credibilidad y transparencia, algo necesario para evitar conflicto de intereses. Además el organismo se financia por esta misma industria que produce y emite la publicidad, este es otro motivo por el que se pone en duda su independencia y se cuestiona su credibilidad. En este sentido Muela apunta "Es difícil ser imparcial y neutralizar los posibles conflictos de intereses cuando los líderes de la organización son los mismos que eligen a la junta que juzgará lo supuestamente ilícito en la publicidad de los competidores, o incluso en sus propios trabajos"
Estudio: Clara Muela y Salvador Perelló. "Advertising self-regulation. A comparative analysis between the United Kingdom and Spain" Communication & Society 3 (27): 1-18, 2014.