Una marca, ya sea corporativa o personal, sirve para identificar productos, personas o compañías y para transmitir una serie de valores intangibles. Más allá de un logo o un símbolo, una marca provoca una respuesta emocional en el consumidor. Cuando existe una gran comunidad con sentimientos positivos e incluso de admiración hacia la marca hablaríamos de una Love Brand. Aunque también haya detractores que tenga animadversión por ella.
La clave está en dirigir esa respuesta emocional, tenemos que diseñar lo que queremos que piense y sienta la gente cuando escuche nuestro nombre. Nada debe quedar al libre albedrío.
Esto no significa que se deba mentir. Una empresa creará su imagen de marca a partir de sus acciones, unos hechos reales que servirán de base para la construcción de su estrategia en comunicación corporativa con la que definirá su posicionamiento. De la misma forma una persona debe basarse en sus logros, experiencia, intereses y personalidad para construir su marca y en el pensamiento que desea que los demás tengan de él. Debe elegir cuidadosamente qué es lo que quiere que otras personas conozcan.
Algunas preguntas que podemos hacernos son: ¿cómo me gustaría que me conociesen? ¿Qué cualidades me gustaría que me asociaran? ¿Qué es lo primero que debería venirle a la mente a una persona que escuche mi nombre?
Así podremos reunir una lista de palabras que nos califiquen igual que hacen las compañías cuando definen sus atributos de imagen.
Los atributos actuales de una marca sirven para que cada público objetivo construya una imagen de la misma en función de su relación con ella. De esta forma una marca se caracteriza por sus atributos principales que orientan su imagen de forma determinante y le otorgan las cualidades mínimas o esenciales necesarias para tener una buena imagen en su sector y por sus atributos secundarios que muestran la diferencia existente con la competencia.
Este mismo razonamiento puede seguirlo cualquier persona que quiera construir su marca personal. En el caso de la compañía sus atributos pueden ser: calidad, precio, diseño... y en una persona: creativo, inteligente, dotes comunicativas, músico.... Es importante definir muy bien las cualidades que queremos que asocien a nuestro nombre, nuestro posicionamiento. Si quisiéramos una asociación de 100 atributos nuestra marca pasaría a estar desenfocada y no conseguiríamos forjar ninguna imagen. Por eso para tomar esta decisión tan importante hay que tener en cuenta los objetivos marcados que se pretenden conseguir. Cualquier opción será correcta siempre que ambas partes estén en consonancia y dirigidas en la misma dirección.
5 puntos universales para crear una marca personal:
1. Descubre tu pasión: Una pasión puede ser lo que nos gusta hacer, nos hace levantarnos cada mañana, activa nuestra imaginación, algo con lo que soñamos o a lo que dedicamos el tiempo libre. Una pasión puede ser el trabajo o un hobbie, necesitamos una para poder crear la marca personal. No tener ninguna pasión no es una opción. Además nuestros objetivos deben estar vinculados y alineados a ella para poder conseguirlos.
2. Sé atrevido y habla de ti mismo: No pasa nada por contar nuestros logros a los demás, siempre y cuando sepamos ver la diferencia entre promoción personal y fanfarroneo. No es lo mismo escribir en Twitter que te han publicado un libro que presumir del dinero que has ganado con él.
Necesitamos labrarnos una reputación que nos ayude a conseguir clientes o un nuevo empleo, para ello es conveniente contar a qué dedicamos nuestra vida o nuestros logros, siempre que no seamos arrogantes. La diferencia suele estar en el motivo por el que contamos algo. La gente entiende que alguien cuente un logro porque se siente orgulloso, pero rechaza el comentario si su pretensión es levantar envidias y damos una imagen de presuntuosos.
En este sentido la comunicación online es la panacea, ya que permite a cualquier usuario mostrar y demostrar quién es con su actividad en la Red.
3. Storytelling: Tenemos que hablar de nosotros, pero ¿cuál es la forma más eficaz? Normalmente los usuarios en la Red no están pendientes de nuestras noticias o comentarios. Por eso la mejor forma de construir una marca es comenzar hablando de otras personas, ideas o eventos hasta convertirnos en una interesante fuente de información para la comunidad online y llegar a ser influyentes. Si sólo habláramos de nosotros mismos resultaríamos muy aburridos.
Podemos contar nuestra historia sin decir ni una palabra. Para comunicar lo que piensas, muestra como vives, logicamnete sólo la parte que quieres que se asocie a tu marca y así definirás los valores que representará. Tu manera de vestir, lo que comes o qué coche conduces también cuentan tu historia y forma una imagen de tu personalidad. Es importante que todo coincida con tus objetivos y con los atributos de los que hablábamos al principio.
Si tu pasión es la defensa del medio ambiente, en lugar de llevar un cartelito en tu coche que diga "amo la naturaleza" o decírselo a tus amigos por un e-mail, comparte información sobre manifestaciones, sube fotos del último evento en el que estuviste plantando árboles, escribe un blog sobre elementos y acciones dañinas...
4. Crea relaciones: Si fomentamos las relaciones tanto en el mundo real como en el online, tarde o temprano surgirán oportunidades. Lo importante es coincidir en el lugar adecuado en el momento oportuno y cuantos más contactos hagas mayores posibilidades habrá de que se de esta situación. Nuestros contactos son recursos y por eso debemos cuidarlos, alimentar las relaciones, ayudarlas a crecer y compartir nuestra historia con los demás. Nunca sabes si el contacto de hoy será el pan de mañana.
Gracias a los medios sociales, hoy es posible gestionar una cantidad de relaciones que no serían factibles en el mundo real por falta de tiempo.
5. Cada paso cuenta: Cuando comencemos este proceso de construcción de marca personal nos parecerá que queda todo por hacer y así es, pero no debe abrumarnos, poco a poco la comunicación se hará eficaz. Lo importante es comenzar, poner en marcha las estrategias concebidas, siempre habrá un primer día. Hay que ser constantes y no dejar de publicar. Subir un primer vídeo o post no nos va a convertir en una referencia del sector pero la suma de muchos de ellos nos llevará a conseguir nuestros objetivos de imagen. La clave es dedicarle tiempo y trabajar duro.
Fuente: DECKERS, E. y LACY, K. (2013). Branding Personal. Cómo usar las redes sociales para promocionarte. Madrid: Anaya