La revista hace un recorrido por la historia de la publicidad con motivo del lanzamiento de Currency.
A mediados de los años 20, el periodista Harold Ross trataba de dar forma a una revista semanal diferente, sofisticada, urbana y cosmopolita, que conectara bien con la sociedad neoyorquina del momento. The New Yorker iba viento en popa y era momento de rentabilizar la revista apostando fuerte por la industria de la publicidad.
Ross dejó de publicar anuncios basados en las recomendaciones de sus colaboradores o de productos poco serios o de dudosa eficacia como los numerosos medicamentos que adornaban las páginas de otras revistas.
Las páginas de New Yorker se llenaron de anuncios aspiracionales de coches de lujo, lencería cara, joyas, relojes y cremas de belleza.
Doce publicidades han sido escogidas para la presentación del nuevo blog de negocios de New Yorker que se llamará Currency.
Los anuncios muestran la evolución de las modas y tendencias de consumo de la sociedad americana de los últimos 80 años. Resulta chocante ver a una solícita esposa sirviendo una cerveza Blu Ribbon a su marido para conseguir un poco de atención. Es curioso como compañías como General Motors o Coca Cola apelaban a sentimientos patrióticos y creaban estilos de vida para publicitar sus productos.
En la siguiente galería de imágenes puede dar un paseo por este pequeño museo de la publicidad.