¿Que sería de las marcas sin sus logos, eslóganes o sin su identidad visual en general? no serían nada, tan sólo nombres irreconocibles en un océano de empresas que ofrecen múltiples productos muy similares entre ellos, cuya diferenciación sería casi inapreciable.
El debate se encuentra en si esa imagen corporativa que generan en el consumidor coincide con la realidad o por el contrario consiguen crear una percepción en el público algo diferente a la realidad objetiva de sus acciones o productos.
Muchas marcas pueden estar orgullosas de tener una identidad visual coherente con su identidad, imagen y filosofía corporativa, en cambio otras realizan en ocasiones campañas con las que intentan aparentar algo que no son, con la intención de redefinir su imagen de marca o su posicionamiento.
El diseñador gráfico Clif Dickens, reflexiona cada año desde el 2011 sobre esta disonancia que protagonizan algunas marcas y por eso cada año se dedica a cambiar los eslóganes de algunas compañías intentando mostrar ciertas marcas de una forma más honesta en su comunicación corporativa.
Su proyecto "Honest Slogans" pretende enviar al consumidor un mensaje más honesto según su criterio. Dickens modifica los copys de las publicidades para mostrar el mensaje que realmente representa la percepción general del público, llegando en muchos casos a generar una contrapublicidad para la marca. De una forma simpática el diseñador tiene en cuenta el uso, la utilidad o las características de los productos para ofrecer una idea diferente que lleva la contraria a la imagen intencional que la compañía quiere transmitir pero que se asemeja más a lo que realmente piensa la gente.
Esta es una muestra de sus trabajos más recientes:
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