El product placement es una técnica publicitaria utilizada por las marcas para mostrar sus productos en la televisión o en el cine, de manera aparentemente desinteresada. Las marcas incluyen sus productos en los contenidos audiovisuales haciéndolos participes de la acción que está sucediendo. Ésto, como cualquier otra táctica publicitaria emplazada en los mass media, requiere un desembolso económico importante de la compañía.

La marca Sony apostó por este tipo de publicidad, incluyendo su tablet Sony Xperia Z, en el popular show de Jimmy Kimmel emitido en una cadena de televisión norteamericana. El producto se convertiría en uno de los premios a conseguir por el participante en su programa. Pero la marca no podía sospechar el inesperado final que tendría su acción.

El invitado al programa era un niño de tan sólo cinco años, llamado Arden Hayes, experto en geografía. El presentador dispuso una serie de pruebas que el niño resolvió correctamente, dejando atónitos a los espectadores con sus increíbles conocimientos de geografía.
Por este motivo se le entregaron 2 premios, entre los que estaba la fantástica tablet Sony Xperia Z que el presentador se encargó de situar de forma bien visible ante la cámara recalcando alto y claro el nombre del producto.
Ya estaba hecho, publicidad realizada, el problema vino cuando el niño resabiado, en lugar de alegrarse por su fantástico regalo, lo rechazó sin ningún tipo de miramiento y terminó hundiendo a la marca diciendo que él prefería el iPad que le iban a comprar por Navidad. Probablemente el pequeño pensó que si aceptaba el regalo podría quedarse sin la tableta de Apple que sus padres comprarían próximamente.

No podemos mostrar el vídeo porque su reproducción en Youtube ha sido prohibida por Disney, posiblemente por entrar en conflicto con los intereses comerciales de las marcas.

 

De esta forma la publicidad de un producto de Sony acabó convirtiéndose en una fantástica  promoción para  iPad, dando una notoriedad a este producto por encima de la suya propia, simplemente  gracias a un niño que lejos de ser consciente del perjuicio que ocasionaba, optó por dejar claro sus preferencias de marca.